A los gatos no les gusta mucho tomar agua, porque sus antepasados cazadores provienen de zonas desérticas de África. En el mundo salvaje, los felinos prefieren el agua en movimiento a la estancada, ya que instintivamente saben que esto les ayuda a prevenir enfermedades. Además, están acostumbrados a nutrirse de líquidos provenientes de las presas que cazan, así que el agua no les resulta naturalmente apetecible.

Un gato normal debe consumir entre 50 y 100 mililitros de agua por kilo de peso al día. Los gatos domésticos reciben entre un 6% y un 8% de la humedad necesaria para su correcta nutrición en el alimento. Por ello, es vital que cuenten siempre con acceso a agua fresca. Idealmente, deberías combinar el alimento seco de tu gato con latas de comida húmeda, al menos un par de veces a la semana.

La deshidratación puede provocarse por la falta de acceso al agua, por un golpe de calor o como síntoma de una enfermedad. Quizás haya otro gato en casa que no lo deja beber su agua en paz a pesar de disponer de varias fuentes o bebederos.

La deshidratación puede ser síntoma de enfermedad

Cuando los gatos están deshidratados, los riñones trabajan de más, la orina se cristaliza y pueden desencadenarse infecciones o enfermedades más serias. Una manera de saber si tu gato está deshidratado es revisando sus encías: si las presionas suavemente y demoran mucho en volverse rosadas, es señal de que tu mascota necesita tomar más agua. Si sus encías están resecas o blancas, es una señal segura de deshidratación severa y deberás llevar a tu gato al veterinario prontamente.

Estimula a tu gato para tomar más agua

Si acostumbras a tu gato a beber agua del grifo desde pequeño, siempre te pedirá que le abras la llave. Si bien, esto puede no suponer un gran problema, piensa en lo que pasaría si te ausentas mucho tiempo. Una buena alternativa son los bebederos que hacen circular el agua de manera que tu gato bebe de una pequeña fuente automática. Idealmente, dispone bebederos en diferentes partes de la casa. En verano, unos cubitos de hielo ayudarán a estimularlo para que tome más agua.

Recuerda mantener siempre su bebedero con agua limpia y fresca, y nunca lo pongas al sol. Tampoco lo ubiques cerca de su plato de comida, ya que prefieren tener sectores separados. Se cree que los gatos evitan por instinto agua que pudiera estar contaminada por restos de sus presas.

¿Y a tu gato, también le gusta tomar agua de la llave? Coméntanos!!!